Y llegó el día, era el 18 de noviembre cuando partía destino a Hawai a realizar el Campeonato del Mundo de Ultraman.
Era
un viaje largo hasta llegar a destino, y allí me encontraría con mis padres que
se habían decidido a ir, era emotivo el viaje. Lo gracioso es que a pesar de
tantas horas de viaje llegaría el mismo día, el problema era a la vuelta que
llegaría 2 días después. Iba acompañado de Lorea y luego allí días
después vendría Jeff, que me acompañó ya en el Ultraman de Florida en
febrero.
Al llegar allí ya comenzaron los contratiempos, el vuelo de los Ángeles salió con retraso y para esto mis padres llevaban un rato esperando, pero como se hizo tan tarde decidieron coger un taxi e ir hasta donde nos íbamos a alojar durante esos días, pero se encontraron que no estábamos allí, asi que fueron a buscarse un hotel porque fue una paliza el viaje para ellos (venían desde Argentina). Al llegar comencé a buscarlos y preguntar y demás pero no aparecieron, me agarró la desesperación, uno siempre piensa lo peor, pero fueron muy listos, jajaja mientras los buscaba ellos estaban descansando en el hotel. Recogimos el coche y nos dirigimos al apartamento y al conectar la wifi entró el mensaje de mi madre, así que ya más tranquilo. Que fenómenos, sin saber el idioma y se manejaron como si nada. Ya al saber que estaban bien me relajé, me puse armar la bici y dejé medio preparado todo.
Al llegar allí ya comenzaron los contratiempos, el vuelo de los Ángeles salió con retraso y para esto mis padres llevaban un rato esperando, pero como se hizo tan tarde decidieron coger un taxi e ir hasta donde nos íbamos a alojar durante esos días, pero se encontraron que no estábamos allí, asi que fueron a buscarse un hotel porque fue una paliza el viaje para ellos (venían desde Argentina). Al llegar comencé a buscarlos y preguntar y demás pero no aparecieron, me agarró la desesperación, uno siempre piensa lo peor, pero fueron muy listos, jajaja mientras los buscaba ellos estaban descansando en el hotel. Recogimos el coche y nos dirigimos al apartamento y al conectar la wifi entró el mensaje de mi madre, así que ya más tranquilo. Que fenómenos, sin saber el idioma y se manejaron como si nada. Ya al saber que estaban bien me relajé, me puse armar la bici y dejé medio preparado todo.
Al
otro día por la mañana fui a buscar a mis padres al hotel, fuimos a
desayunar y luego de vuelta al apartamento. Yo me preparé para salir a entrenar,
para ir acomodándome el horario (el jetlag). Salí en bicicleta a rodar, un
recorrido muy similar a Lanzarote aunque tenía subidas largas y más pronunciadas.
Salí confiado que era pronto, supuestamente iba hacer unos 45 kilómetros y ahí
hacer el retorno, pero como era parte del circuito avisé a mi equipo y seguí hacia
delante, mientras ellos iban a comprar unas cosas y luego me irían a recoger. Como es casi invierno oscurece antes, las carreteras son normales y mucho
tráfico, suerte que salí con la luz trasera puesta, pero llegó un momento donde
ya no podía seguir porque corría riesgo, paré y me senté en un montículo de
lava volcánica tratando de cubrirme del viento porque había refrescado mucho. Ellos tardaban y pasaba el tiempo, pararon un par de vehículos preguntando si
necesitaba algo, hasta uno dio la vuelta por si necesitaba algo. Pero lo gracioso es que les envié un localizador, y como era de noche yo no pude
distinguir el coche y pasaron tres veces por al lado mío y ni se dieron cuenta,
la tercera vez me fui del otro lado de la carretera para que me vean, estaba
muerto de frío. Por suerte me vieron y pude retornar al apartamento con ellos.
Regresamos al apartamento y a cenar, tenía buena cocinera, mi madre.
Al día siguiente fui a
nadar, me acompañaron Lorea y mi padre en un kayak, realmente no me
esperaba encontrar con el agua como un caldo. Ya aprovechando que uno hace un
viaje así fuimos a ver el volcán que está activo, realmente fue impresionante,
había una excursión de 16 kilómetros para ver de cerca la lava pero mucho pateo para
ir, había que estar descansado, además ni ropa adecuada para eso, un frio hacia
allí!!
Al
otro día fuimos a busca a Jeff al aeropuerto, otro integrante más del
equipo, ya estando todos aprovechamos y fuimos hacer un poco de turismo del otro
lado de la isla a ver unas cascadas, jajaj eran guapas pero no para hacer
tantos kilómetros, más aún conociendo las de Iguazú.
Bueno
ya llegan los días previos a la prueba, la presentación de todos los triatletas. Cuando comienzan a nombrar y contar el currículum de cada uno de ellos hay
muchos kilómetros si te pones a sumar, me pregunto qué hago yo acá, pero si
estuve seleccionado por algo era. Desayuno de apertura de la prueba, reunión técnica y demás, y ya estaba todo dicho, a organizar y preparar cosas para el día posterior que ya comenzaba la
gran prueba.
Llega
la hora de poner todo listo para el día primero, bicicleta a punto los
materiales para nadar
y lo que es hidratación y alimentación, además había que llevar todo preparado
para hacer noche en el campamento del volcán. Todo
listo, cenar buena carga de hidratos y a descansar que ya llegaba el primer día
y había que madrugar.
4:30 desayunar y recoger todo para ir hasta el punto de partida. Salíamos de la playa de donde se larga el Campeonato del Mundo de Ironman y seguíamos 10 kilómetros más debajo de la costa, donde allí me estarían esperando con la bicicleta para realizar la transición, a eso iba el equipo después de que yo comenzara la natación.
Comenzamos
la natación y siempre fiel a mi estilo, entrar entre los últimos y tomarlo con
calma, una vez dentro después de unos cuantos metros ubicar cada uno su kayak y
ahí estaba Jeff esperando por mí, (realmente tengo que destacar que este
año estuve entrenando con un grupo de gente de larga distancia en la natación,
los "Conejeros en Remojo"). El día seria largo, comenzamos a nadar y quieras o no el
agua al estar con mucha temperatura te agobia un poco porque entre el sol, el
neopreno que agobia..., pero me sentí como Pato en el agua después de
calentar unos cuantos metros, marqué un ritmo que realmente me quedé sorprendido,
en más quería reducir pero estaba cómodo 1:43 el 100 estamos hablando que
realizaba avituallamiento en el agua, luego ya se complicó en los últimos 2
kilómetros, había como una punta y es donde había que entrar y ahí se
complicó, corriente, una baja y parecía que no avanzaba, cuando comienzo a ver
las boyas de la entrada al muelle ya era como "esta hecho", salgo y me encuentro que estaba
entre los 16 primeros Salí en 3:05 los 10 kilómetros fueron 1.48 el 100 m.
Salí corriendo y con diferencia a otras veces llevaba un mono de triatlón debajo del neopreno, hice una transición bastante rápida donde Lorea me hacia el video, mi madre me daba para tomar, el integrante de otro equipo me ayudaba para quitarme el neopreno y el Negro Doucet teniéndome la bicicleta para que yo me subiera, realmente tenía un equipo de soporte muy bueno.
Salí corriendo y con diferencia a otras veces llevaba un mono de triatlón debajo del neopreno, hice una transición bastante rápida donde Lorea me hacia el video, mi madre me daba para tomar, el integrante de otro equipo me ayudaba para quitarme el neopreno y el Negro Doucet teniéndome la bicicleta para que yo me subiera, realmente tenía un equipo de soporte muy bueno.
Al
salir en bicicleta el recorrido salía hacia arriba por una cuesta de 7 y 9 % de
inclinación así hasta llegar a la carretera principal, unos 5 kilómetros, luego
seguía subiendo pero no tan duro hasta comenzar una zona de toboganes, luego
llegaba a una zona rápida hasta que llegamos a una parte donde pegaba mucho el
viento, más que aquí, lo que sucedía que ya nos habían avisado que tengamos
cuidado porque todavía quedaba una resaca de un sismo.
Yo
parte del recorrido ese lo había realizado días anteriores, pero eso no es nada,
uno venía confiado y realmente cuando pasamos esa zona y enfocamos hacia el
volcán donde haríamos la noche, era una recta larga con escalones hacia arriba,
realmente cuando llegue allí no tenía las fuerzas suficientes y comencé a ir cada vez peor. Ver que otros competidores te adelantaban, quieras
o no eso pesaba mucho, uno no veía la hora de llegar al fin. Cuando llegué del
calor que hacía en casi todo el recorrido de la bici al llegar allí arriba
llovía. Tardé 6:37 con 2367 metros de desnivel.
Al
llegar con ese cambio de temperatura ducha caliente, cenar, preparar todo para
mañana, luz trasera y algo de abrigo y chubasquero, cuando me doy cuenta que la
luz trasera no tenia pilas y ahí no había lugar donde comprar, menos mal que me las dejaron los del equipo de Juanma, todo listo, así que acostarnos y al otro día vuelta a madrugar, desayunar y comenzar la etapa dos.
Amaneció lloviendo que ya era algo que lo teníamos en cuenta, hoy el día seria largo, 273 kilómetros de bicicleta con un desnivel 2400 metros. Comienza la salida, era una bajada larga donde luego doblamos a la derecha, igualmente uno nunca presta atención a todas las reglas, hasta una cierta cantidad de kilómetros podríamos ir juntos y después ya no estaba permitido, realmente yo no tenía ni idea hasta donde era, con la mala suerte que a mí y 6 más nos sancionaron 6 minutos, bueno ya era un punto para mosquearte. Seguimos hacia delante y los kilómetros pasan realmente por unas vistas muy guapas, nada que ver al día anterior que era todo árido como si fuera Lanzarote, no quiero decir que fuera feo, sólo que es algo que estoy muy acostumbrado, era del otro lado de la isla, era todo verde, pinares y mucha humedad, hasta que llegamos a un lugar que hicimos una entrada a una parte restringida donde los coches de los equipos no podían entrar porque no estaba permitido. Cuando rodeamos esa zona, de otro lado de la isla parecía que el Océano Pacífico estaba embravecido, había casas en esa parte, parecía un bosque, donde los árboles se unían con la copa del otro árbol y se formaban túneles, muy bonito. Saliendo de ahí a los pocos kilometros la mala suerte de un pinchazo en carrera, suerte que ocurrió ahí, porque si hubiera sucedió en ese tramo de carretera se me habría complicado, la primera vez que me sucede esto en competición, fue un tajo y entonces el líquido no pudo solucionarlo, así que frenar y esperar a que llegue el coche de apoyo para colocar la rueda de repuesto, igualmente de los otros equipos se ofrecieron para dejarme un repuesto, pero preferí esperar porque tampoco estaban tan lejos.
Amaneció lloviendo que ya era algo que lo teníamos en cuenta, hoy el día seria largo, 273 kilómetros de bicicleta con un desnivel 2400 metros. Comienza la salida, era una bajada larga donde luego doblamos a la derecha, igualmente uno nunca presta atención a todas las reglas, hasta una cierta cantidad de kilómetros podríamos ir juntos y después ya no estaba permitido, realmente yo no tenía ni idea hasta donde era, con la mala suerte que a mí y 6 más nos sancionaron 6 minutos, bueno ya era un punto para mosquearte. Seguimos hacia delante y los kilómetros pasan realmente por unas vistas muy guapas, nada que ver al día anterior que era todo árido como si fuera Lanzarote, no quiero decir que fuera feo, sólo que es algo que estoy muy acostumbrado, era del otro lado de la isla, era todo verde, pinares y mucha humedad, hasta que llegamos a un lugar que hicimos una entrada a una parte restringida donde los coches de los equipos no podían entrar porque no estaba permitido. Cuando rodeamos esa zona, de otro lado de la isla parecía que el Océano Pacífico estaba embravecido, había casas en esa parte, parecía un bosque, donde los árboles se unían con la copa del otro árbol y se formaban túneles, muy bonito. Saliendo de ahí a los pocos kilometros la mala suerte de un pinchazo en carrera, suerte que ocurrió ahí, porque si hubiera sucedió en ese tramo de carretera se me habría complicado, la primera vez que me sucede esto en competición, fue un tajo y entonces el líquido no pudo solucionarlo, así que frenar y esperar a que llegue el coche de apoyo para colocar la rueda de repuesto, igualmente de los otros equipos se ofrecieron para dejarme un repuesto, pero preferí esperar porque tampoco estaban tan lejos.
Cambié
la rueda y retomamos, seguimos rodando pero realmente no me encontraba con
fuerzas, estaba haciendo todo según lo entrenado, pero ya lo tengo más
que comprobado que mi metabolismo tiene una forma diferente de reacción. Me
frené en el arcén y del equipo bajan deprisa para ver que sucedía, "tranquilo
tráeme la fuente de sanwich con jamón y queso y coca cola", me tomé un respiro
comí unos cuantos de ellos y retomé carretera, al pasar unos cuantos minutos ya
empecé a encontrarme de maravilla así que apretamos, pero ya no había mucho
para poder recuperar, acabé ese día decimoquinto y habría que conformarme,
siendo que tuve los percances de la recarga de tiempo y el pinchazo, las
carreras son carreras, llegamos al pueblo donde se da el giro en el tramo de ciclismo
del campeonato del mundo de ironman (Hilo).
Buscar un lugar para comer, lógicamente me
comí una buena hamburguesa con sus respectivas papas, una buena ducha y
organizar todo para al otro día que a primera hora comenzaba la carrera de
pedestrismo los 84,400 km de carrera a pie con unos 750 metros de desnivel. Antes de irme a descansar ya tenía en mente que había que jugarse todo por
el todo y ver que sucedía, igualmente contra la gente que me enfrentaba son
realmente profesionales, pero la ilusión nunca se pierde.
Madrugamos,
cargamos las cosas al coche, fuimos a desayunar y luego hay que ir al lugar de
partida donde se hace una rueda grande y un ritual como cada día, y
luego nos ponemos en la línea de partida, éramos 38 participantes. Salí como lo
hago habitualmente cuando son distancias de estas, muy tranquilo, calentando
la máquina, es más los primeros 2 km estaría ultimo o por ahí, iría marcando un
ritmo tranquilo, no desesperar que el dia seria largo. Pasando el km 8 ya comencé a marcar un ritmo un poco más
rápido, ya comencé a pasar otros triatletas, que ya se comienza a estirar, por
allí llegue hasta la altura de Bernardo el brasilero, que cuando lo alcancé se
puso a correr a la par y fuimos así
hasta ir llegando a otros grupos. Antes de llegar a los 21 km alcanzamos un
grupito de 4 o 5 triatletas, entre ellos
estaba Nacho y Juan Craveri, fuimos unos cuantos kilómetros de risas y charlando
lo justo para no gastar, pero cuando pasamos un poco más de la media maratón ya
ellos aflojaron y con Bernardo seguimos al ritmo que habíamos puesto, estaríamos
corriendo a 5:05 el km, manteníamos segundos arriba segundos abajo, pero lo
veníamos soportando, a pesar que aunque comenzamos pronto el calor ya comenzaba
a apretar, asi que íbamos mojándonos constantemente y hidratándonos, realmente
hicimos un equipo, porque cuando no estaba mi equipo para avituallarme estaba
el equipo de él, ya estaba como de acuerdo, porque en ese transcurso había que comprar
hielo o bebida, como salimos tan pronto no teníamos todo lo necesario, eran
84 km unas 8 horas.
Seguimos recuperando posiciones, pero ya llega un momento que ya los triatletas que van delante van más a distanciados, pero mantuvimos ritmo y cuando llegamos a la altura del aeropuerto de Kona ya estábamos entre los 8 primeros, quieras o no eso te motiva a seguir, y más que comienzas a ver a tus rivales delante y es como que cada vez queríamos más, eso que veníamos un buen ritmo, calor, subidas y bajadas no muy pronunciadas, pero ahí íbamos, cogimos a otros dos y ya teníamos al cuarto ahí a falta de los últimos 4 o 3 kilómetros, y veo que Bernardo tenía más fuerza que yo, pero el no quería dejarme, y le dije ve tú que puedes, yo ya me conformo con llegar sexto, y el apretó y no pude cogerlo por muy poco así que con ese sexto puesto pude conseguir recuperar posiciones y terminar entre los 10 primeros del Campeonato del Mundo de Ultraman. A mi equipo no le dio tiempo de llegar para entrar conmigo corriendo, pero allí estaba en la meta.
Fue realmente como un triunfo, estaba muy contento, y lo que fue algo genial cuando llegó mi amigo Armando, el está casado con una Japonesa y había ido toda la familia de ella y entraron a meta, eran como 20.
Seguimos recuperando posiciones, pero ya llega un momento que ya los triatletas que van delante van más a distanciados, pero mantuvimos ritmo y cuando llegamos a la altura del aeropuerto de Kona ya estábamos entre los 8 primeros, quieras o no eso te motiva a seguir, y más que comienzas a ver a tus rivales delante y es como que cada vez queríamos más, eso que veníamos un buen ritmo, calor, subidas y bajadas no muy pronunciadas, pero ahí íbamos, cogimos a otros dos y ya teníamos al cuarto ahí a falta de los últimos 4 o 3 kilómetros, y veo que Bernardo tenía más fuerza que yo, pero el no quería dejarme, y le dije ve tú que puedes, yo ya me conformo con llegar sexto, y el apretó y no pude cogerlo por muy poco así que con ese sexto puesto pude conseguir recuperar posiciones y terminar entre los 10 primeros del Campeonato del Mundo de Ultraman. A mi equipo no le dio tiempo de llegar para entrar conmigo corriendo, pero allí estaba en la meta.
Fue realmente como un triunfo, estaba muy contento, y lo que fue algo genial cuando llegó mi amigo Armando, el está casado con una Japonesa y había ido toda la familia de ella y entraron a meta, eran como 20.
Al
otro día la cena de clausura y lo bueno que tiene esto es que aquí somos 38
triatletas, y hayas pasado o no el tiempo de corte o estés descalificado
igualmente tienes tu minuto de gloria contando la experiencia y lo vivido en
esos días, por eso se llama la familia del Ultraman.
Ahora
a descansar y comenzar a prepar el Epic5
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